El poder del fanatismo geek

Finalmente hoy (o más bien ayer ya) se re-estrenó Volver al Futuro en formato digital, por su 25vo aniversario. Y todo gracias a un hombre: Sir Chandler. En varias notas y en su sitio web pueden leer sobre las peripecias que transitó para lograr distribuir una película en un mercado dominado por unos pocos gigantes. El salto a los medios lo logró gracias al fanatismo de muchos seguidores de esta antigua saga.

Volver al futuro (fuente:Cinesargentinos.com)

Y con esta situación tuve un Regreso al pasado (aka Deja Vu) a cuando intenté realizar el lanzamiento de la sexta novela de la saga de Harry Potter, The Half-Blood Prince. Claro, salvando muchísimo las distancias.

Allá por el lejano 2005 yo manejaba HarryLatino.com y se me ocurrió realizar el lanzamiento de la novela en inglés. Claro que Harry Potter ya era conocido pero ¿organizar el lanzamiento de un libro en inglés? Era algo insólito en Argentina.

Harry Potter and the Half Blood Prince

Con los primeros que hablé fue con la gente de una reconocida librería que comercializa únicamente libros en inglés, y en esta ocasión, tenían la distribución de la edición inglesa (Bloomsbury). Pero creían arriesgada realizar la apertura de una sucursal a la medianoche. Entonces hablé con el importador directo de la edición norteamericana: Scholastic Argentina. Ellos se entusiasmaron con la idea y hablaron directamente con el distribuidor, que también tenía una extensa red de librerías.

Resultado, un rally de prensa que concluyó a la medianoche del sabado 16 de julio, con 4 móviles transmitiendo en vivo desde Cúspide Recoleta cómo yo destapaba la pila de libros, como si no hubiera noticia mejor que transmitir a esa hora. Harry Potter and the Half Blood Prince se convirtió en el primer best seller en inglés en Argentina, con una venta de los 8.000 ejemplares que habían en el país en tan solo un fin de semana. Pero el principal resultado fue el poder del fanatismo, siempre subestimado por los grandes.

Fuente: La Nacion

Como yapa del poder del fanatismo, dejo esta seguidilla de notas que publicó Clarín luego de que la periodista Socorro Estrada plasmara en una nota anterior al lanzamiento dos de los mayores misterios que escondía la novela: el personaje que da nombre a la entrega, y aquel que muere. [Los datos fueron eliminados de la versión online ése mismo día]
27 de julio de 2005 – Pottermanía: «Si J.K. Rowling te conociera, te mataría»
27 de julio de 2005 – Cómo se filtró el final
29 de julio de 2005 – La lógica noticiosa y Harry Potter, por Osvaldo Pepe

En Cuspide Recoleta, los ejemplares se agotaron en una hora. Fuente: Clarín

Siete meses después

Hace exactamente siete meses, publicaba la última entrada en el blog acerca de la llegada de The Killers a Argentina. Desde entonces, varias cosas cambiaron. Está de más decir que fui al recital, muy superior al Festival Yeah de hace unos años.

En el momento en que escribía eso, me encontraba de vacaciones de invierno. No solo no rendí ni un solo final sino que me fui a Ushuaia, Mendoza, Madrid, Roma, Londres, Amsterdam, Bruselas, Brujas y París. Cuando volví, con cargo de conciencia por semejantes vacaciones, me anoté en 3 materias para cursar en ese cuatrimestre, las cuales promocioné todas (más la anual que cursaba). Ahora, estoy a punto de comenzar un nuevo año universitario con una carga adicional: un laburo full time.

Fue una decisión difícil resignar mis vacaciones de verano para entregarme a la búsqueda de empleo (a pesar de que me fui unos días a Cordoba y Mar del Plata). No quise buscar entre contactos sino hacerlo como cualquier otro que quiere ingresar al mercado laboral (léase Bumeran, Computrabajo, Zonajobs, etc.). El resultado fue sumamente positivo, con ofertas de empleo de cuatro empresas relacionadas, de un modo u otro, a mi carrera: una multinacional de informática, una agencia de publicidad, otra de marketing online y un portal de internet.


Y a pesar de que el sueldo ofrecido variaba, me incliné por una empresa que admiro, respeto y sigo hace mucho tiempo (y que me queda cerca de casa, je). Asi es como el 1/3/2010 comenzaré a trabajar como Asistente de Marketing Online para Livra. El problema: la carga horaria. Estoy en el tramo final de mi carrera, y trabajar 9 horas puede llegar a ser un inconveniente. Sin embargo, hoy conversaba al respecto con Flor Lujani, una chica que también cursa Comunicación y le comentaba que a pesar de que joda la cursada, este tipo de trabajos hay que tomarselos como parte de la carrera. Podés terminar la carrera en 5 años como estudiante ejemplar sin pisar un solo trabajo y con excelente promedio, pero difícilmente hoy en día te tomen. Además de que la experiencia que se adquiere en el trabajo no se aprende en la facultad.

Asi que será un año complicado. Veremos qué tal termina el cuatrimestre…

Maldita Visa

Ayer y hoy... del sello a una hoja entera
Ayer (2000) y hoy (2008)... del sello a una hoja entera. Y sí, el de la foto soy yo 😛

Viajar a Norteamérica se volvió un verdadero engorro para cualquier argentino desde el 2002. Lo que ya sufrían el resto de nuestros hermanos latinoamericanos, comenzamos a padecerlo también nosotros. Es que en ese año, y como consecuencia de haber pasado a ser oficialmente un país del tercer mundo, se ha excluído a la Argentina del Visa Waiver Program, un programa que permite a ciudadanos de selectos países del mundo, entrar a Estados Unidos sin visa previa. Lo mismo sucedió con Uruguay un año después.

Jorge comenta que el turismo en Estados Unidos viene en picada. Tomando el ejemplo en Argentina, hoy en día hay que pagar 131 dólares por una visa de ingreso único MÁS el llamado telefónico para consignar una cita con un agente consular ($50) MÁS el envío por DHL ($40 si vivís en Capital Federal, $44 si vivís en el interior). Parece digno de una publicidad de Master Card. La cuestión es que el viaje te termina costando unos 160 dólares además del vuelo. ¿Así quién tiene ganas de visitar Estados Unidos?

Este verano me voy a Toronto, Canadá y tuve la suerte de conseguir el único vuelo que no realiza escalas en Estados Unidos (de hecho es directo) y que, encima, resultó más barato que volar por una aerolínea yanqui (si al menos se justificara pagar por la visa…). Air Canadá vuela desde diciembre hasta abril de 2009, vuelos directos desde Buenos Aires 😉

La cuestión es que Canadá también pide Visa para ingresar a su país, lo cual te hace apreciar un tanto más a los europeos que permiten el ingreso gratuito a su continente (cumpliendo los requisitos formales, claro). La visa canadiense de turismo de entrada única cuesta alrededor de 80 dólares, la mitad que la norteamericana.

Fui el miércoles pasado a la embajada pensando que sería un trámite de no más de media hora. Qué iluso. Al llegar tenían una máquina detectora de metales y sensores de rayos X, tal como en la embajada norteamericana. Nada de celulares, nada de mochilas.

Suponiendo que sería similar en el mismo aspecto a la embajada norteamericana, pensé que tendrían 10 ventanillas de atención. No, tan solo 3 (sólo dos habilitadas). Y aproximadamente un centenar de personas esperando en un pequeño cuarto para que llamen su número (al menos estos no te lo cobran). La cuestión es que al calor, se sumó el enojo de muchos postulantes, ya que la embajada había cambiado de forma unilateral los plazos de entrega para la visa de tránsito (eso de la visa de tránsito me parece una verdadera estafa, como los yanquis, ¡te cobran por pisar un aeropuerto!). Ahora ya no era de un día para el otro, sino que demoraba una semana. Y te piden la misma sarta de papeles que para una visa de turista. Había mucha gente que se iba a China en menos de una semana, tenían escala en Canada y estaban que trinaban. Realmente no sé cómo se resolvió la situación (no bien, por lo que vi), pero yo digo, si el día de mañana se te muere algun familiar en Canadá… ¿tenés que andar esperando una semana para una maldita visa? Esta gente no tenía manera de tramitar una visa urgente, y de hecho había un caso similar al relatado ahí. Lo peor de todo es que no ofrecen un servicio de atención de visados por teléfono, por lo que te piden que mandes un mail, un fax o revises la web. El problema es que la web está desactualizada, y los plazos no figuran o son incorrectos.

Para peor, con el preconcepto de la embajada norteamericana y suponiendo que los canadienses serían un poco más relajados con los requisitos, omití llevar copias de mis extractos bancarios y de tarjeta de crédito. Cuando saqué la visa para ingresar a Estados Unidos el año pasado, no me pidieron ninguna prueba de mantenimiento económico. Y en el sitio web de la embajada, los mencionan como algo optativo. Pero a los canadienses parece que es justamente eso lo que más les interesa. 2 horas después, presenté todo lo formal y obligatorio, y me dijeron «no, volvé cuando tengas una prueba fehaciente de mantenimiento económico».

Me comí las puteadas, di media vuelta y salí a respirar un poco de aire. 2 horas encerrado, para colmo, porque no te dejan salir.

Lo peor es que te sale la indignación de adentro y querés decirles… ¡¿porqué mi$#%@ no hacemos lo mismo nosotros, como los brasileños?! Y no, el turismo. En fin, quedan advertidos.

Sobre cuentas bancarias en Argentina

Leía en Myweblog los vaivenes por los que su autor tiene que pasar para abrir una cuenta bancaria en Argentina. Explica su experiencia al haber sido menor de edad e intentado abrir una cuenta, sín éxito, dado a disposiciones del Banco Central. Pero no todas las culpas son de dicha institución. A dicha política anti-ahorro debo añadirle otra: los altos costos de mantenimiento y operación que implican una cuenta bancaria. ¿Así pretenden los bancos recuperar depósitos de ahorristas? Tuve que averiguarlos varias veces, y ya casi me los sé de memoria. Asi que con este post espero ayudar a varios con la decisión para elegir dónde abrirla.

Mi primera cuenta me la abrieron en mi primer laburo, en el entonces Banco Río (ahora llamado Santander Río). No solo se trata de uno de los bancos con mayor solvencia en el país, y de gran trayectoria histórica e internacional, sino que siendo un poco más pragmáticos, ofrece varias ofertas con el pago con sus tarjetas de débito. El mantenimiento en ése entonces estaba bonificado por la empresa para la que trabajaba.

Luego de renunciar e irme de viaje, volví al país y sentí la necesidad de tener una cuenta bancaria, pero me tropecé con el primer obstáculo: todos los bancos conocidos te cobraban el mantenimiento (que hoy en día promedia los $11 mensuales). Algunos, incluso te cobraban además el costo de cada operación a través de sus propios cajeros automáticos (y ni que hablar sobre el envío de resumenes, el uso de cajeros de otros bancos o redes, o de los mismos cajeros-personas).

Tal era el caso de Banco Patagonia, el cual ofrecía una caja de ahorros para universitarios sin costo de mantenimiento, pero que te cobraban cada operación, hecha en sus cajeros o no. Otra buena posibilidad me la ofrecía el entonces Banco Société Générale (ahora Supervielle), que no cobraba las operaciones por cajero, pero sí un mantenimiento de la caja universitaria, de $1. Sin embargo, actualmente ése valor aumentó a $10.

Ninguno me servía para el propósito que yo buscaba: pago con tarjeta de débito y depósitos/extracciones. Porque digamos que hoy en día nadie puede lograr el fin original por el cual cualquiera se abría una caja de ahorros, justamente ahorrar mediante el depósito y los intereses. Tales intereses son prácticamente nulos hoy en día. Lo único rescatable hoy en día es la devolución de 5 puntos del IVA al pagar con tarjeta de débito.

Finalmente dí con un folleto que le habían enviado a mi viejo sobre un banco que ofrecía cajas de ahorro a costo 0 (tanto de mantenimiento, como de operación a través de cualquier cajero del país). No sólo eso, sino que te bonificaban parte del costo de cada transferencia bancaria. Se trataba de un banco nuevo, prácticamente desconocido y de escasas sucursales físicas (tan solo dos en todo el país). Sin embargo ha de ser uno de los bancos con mayor gasto publicitario (en especial de sus generosos plazos fijos). Mi padre ya había operado un buen tiempo con ellos sin problemas, por lo que decidí arriesgarme: después de todo tampoco manejo demasiado dinero como para querer matarme en caso de que el día de mañana el banco quiebre.

Así que entre al sitio web de Banco Privado y decidí empaparme un poco más del tema. De por sí el nombre no dice mucho… es como ponerle a unas galletitas de marca «Galletitas». Y la información acerca de este banco en internet tampoco me permitió ampliar mis conocimientos acerca de esta entidad. Algunos certificados ISO que le han otorgado, premios de tal o cual institución financiera americana… qué más da… llené el formulario y me enviaron una moto con todos los papeles listos para que los firmara.

Es el día de hoy, casi dos años después, que nunca me han hecho ningún lío y que me facilitan el día a día con la maravillosa posibilidad de poder operar desde cualquier cajero sin costo alguno. Sin embargo quería tener algún lugar seguro donde dejar mis ahorros, por lo que al tiempo una publicidad de mi antiguo amor me llamó la atención: dos entradas gratis para el Festival Yeah y cero costo de mantenimiento por un año para cuentas universitarias. Así que hoy en día estoy con dos cuentas bancarias, hasta que expire el año de gracia y probablemente mude mis ahorros a una cuenta Blue de Banco Francés.

Papá

No sé si con los años se ablanda (y yo que pensaba que el proceso era inverso…), pero que el cerrado de tu viejo te abra conversación en el MSN y de pronto te tire que te extraña, y que diga que soy «uno de los pocos con los que puedo hablar», simplemente no tiene precio. Me alegraste el día, pa. Yo también te extraño.