Recién leía en Blog de Viajes acerca de los problemas que tienen las revistas en adaptarse al mundo digital. Le comentaba la entrada a Jorge diciéndole que seguramente si una publicación tuviera su versión online, dejaría de comprarla. Barcelona, Caras y Caretas y Le Monde Diplomatique son los mejores ejemplos: revistas interesantísimas, de alta calidad y de contenido generado por intelectuales y cómicos.
Creo que los mejores ejemplos locales que supieron adaptarse exitosamente a internet son Cinemania y Rolling Stone, dos publicaciones a las que estaba subscripto del Grupo Revistas de La Nación. En sus sitios web plasman contenido generado exclusivamente para internet, y ciertas notas extraídas de sus versiones impresas, muchas veces con un poco de retraso. Creo que éste es el punto justo, puesto que instalan sus marcas también en la web, y mucho del contenido que ya queda «viejo», lo digitalizan, generando tráfico de buscadores.
El problema es que sólo publicaciones con una alta circulación y presupuesto (comprando ambas revistas claramente se observa la cantidad de ingresos publicitarios y por compra que tienen) para poder darse el «lujo» de tener una buena versión digital, puesto que hoy en día el mercado publicitario online no está tan maduro como para andar pagando redactores exclusivos para este medio.