El Senado argentino, peor que una telenovela

Una telenovela de más de 16 horas, una telenovela tediosa, aburrida y algo neurótica, pero con un suspenso que envidiaría el mismísimo M. Night Shyamalan. Hubo muchos spoilers, algunos verdaderos, otros falsos («¡el Gobierno ya tiene los 37 votos!»), actuaciones acaloradas y otras no muy buenas, y cámaras no faltaron.

Siendo las 4 AM hemos arribado a sus momentos culminantes: ante un empate del 50%-50%, la definición se encuentra en las manos del vicepresidente de la Nación, catalogado por muchos como un panqueque, por otros como una figurita. No ha hecho público su voto. Son las 4:20 AM y la historia sigue. Y me pone los nervios de punta.