El sabado 29 de noviembre era el día elegido para que la banda española Ska-P tocara en el Club Ciudad de Buenos Aires. Casi 30.000 entradas habían sido vendidas a fanáticos argentinos y de países limítrofes, pero debido a las torrenciales lluvias, y a que aparentemente el campo no estaba adecuadamente protegido, la organización del recital decidió posponer, en principio, el recital para el día siguiente. Pero las lluvias continuaron y el estado del campo y de la Avenida Libertador (desde donde se accede al Club Ciudad) seguía siendo deplorable. El público general de Ska-P no se caracteriza por ser manso (cualquiera que haya estado en los recitales sabe la violencia de los pogos que allí se arman), por lo que la banda lanzó un comunicado desmotivando la actitud (Rogamos al publico que no se acerque al estadio para evitar incidentes…). Esto no impidió que muchos fanáticos se aproximaran a las inmediaciones del club para reclamar, o por simple desconocimiento de su cancelación. El recital se ha pospuesto hasta el martes 9 de diciembre, una fecha un tanto incómoda y bastante lejana a la inicial.
El episodio volvió a repetirse esta vez, pero esta vez por cuestiones completamente ajenas al clima, y con el recital del año. Con casi un cuarto de millón de entradas vendidas, los cuatro recitales de Madonna en Argentina harían historia por la magnitud de ventas. Ahora pasarán a la historia por un triste desperfecto técnico en un avión que trasladaba parte del equipo para el recital. Por esa razón, el cronograma se ha modificado, y Madonna deberá trabajar un viernes, a pesar de que lo tiene prohibido por la Kabbalah. Si bien el recital del jueves y del domingo se mantienen, el del miércoles se pasa al viernes, y el del sábado, al lunes. La furia de los fans se hizo sentir y muchos salieron a revender sus entradas. Para colmo, predicen un aluvión de demandas
En ambos casos la reventa y la decepción de los fans se hizo presente. Una semana complicada para las productoras de espectáculos.